Ultimos Posts

6/recent/ticker-posts

JOSÉ GÓMEZ CAMISÓN


José Gómez Camisón, a los 21 años de edad.

Nace a la una de la madrugada del lunes 26 de abril de 1915 en el numero 12 de la calle Salteras de la ciudad de Utrera (Sevilla). Sus padres, José Gómez Ortega, carpintero, y Encarnación Camisón Figueroa, ama de casa, ambos naturales de dicha ciudad. Abuelos paternos, José Gómez Fuentes, carpintero y natural de Badajoz; y Dolores Ortega Sánchez, ama de casa y natural de Utrera. Maternos, Antonio Camisón Fernández, obrero agrícola natural de Talavera de la Reina (Toledo) y Carmen Figueroa Martínez, ama de casa natural de Utrera. Por el azar del destino, nuestro biografiado llegó a Dos Hermanas, ya que su padre comenzó a trabajar en la Subestación Transformadora de Electricidad de la Ciudad de los mostachones, entonces de bastante importancia por tener dos líneas de 15 Kva. Procedente de la hidráulica del Guadiaro, sobre los años 1920-1922 y el 1928 lo traslada Sevillana de Electricidad a la Subestación de Dos Hermanas, donde trabaja como operador de Cuadro con Aliaño y Juan Soult.

Fijan su residencia en nuestra ciudad en la calle Real Utrera, en el hoy numero 98, frente a la calle San Antonio. José tiene una sólida instrucción cultural de la Escuela Primaria de Utrera; así a poco de llegar comienza a trabajar como Oficial en la Zapatería de Francisco Cala García, en la Plazoleta donde hoy está la Caja de Ahorros San Fernando. Hombre amable y educado en hogar obrero, sentía un profundo respeto al prójimo. De esta forma, casi sin pedirlo ni buscarlo, encontró la simpatía de propios y extraños. Buen lector, entre sus preferidos siempre estaban los clásicos españoles Lope de Vega, Tirso de Molina, Quevedo, etc. Pero sobre todo a Miguel de Cervantes Saavedra. Era apasionado de las ciencias, y estaba versado en los textos de Camilo Flammarion, astrónomo francés. A pesar de ello no era persona dada a manifestar su saber, tan sólo cuando fuese necesario.

Militante de base de la C.N.T. leía con fruición a los autores anarquistas Carlos Malatos, Miguel Bakunin, Pedro Pablo Proudhon, etc. En el campo de la metafísica leía a Luis Büchner, y en el de la filosofía a Sócrates. Nadie podía calcular que aquel joven Oficial de Zapatería, tenía tan excelente preparación cultural. En 1934 se monta su propia zapatería en su domicilio. Atendía su trabajo y por las noches sus lecturas.

Indudablemente los fascistas y reaccionarios en los tres años de Gobierno de derechas tuvieron tiempo para hacer listas de sus futuras víctimas entre 1933 y febrero de 1936, y nuestro biografiado, por el delito de pensar y saber, estaba condenado a muerte. El sábado 18 de julio de 1936 la U.G.T. y la C.N.T. de Dos Hermanas habían proclamado la Huelga General Revolucionaria como primera medida por el alzamiento de los militares contra la II República Española. El Ayuntamiento del Frente Popular, presidido por el inolvidable Manuel Rubio Doval, se constituyó en Sesión Permanente en defensa de la República. Las patrullas republicanas de vigilancia y control de las Juventudes Libertarias, el Partido Comunista y las Juventudes Socialistas Unificadas, comenzaron a desarmar a las derechas; en Dos Hermanas la Huelga fue total. Nuestro biografiado también cerró su modesto taller. Y así pasó el domingo 19 y el lunes 20, cuando el Escuadrón de Caballería del Capitán Ramos de Salas entró en Dos Hermanas por la entonces calle Fermín Salvochea (hoy Sta. Mª. Magdalena) vitoreando a la República y asesinando a seis personas.

José, permaneció en su domicilio y el martes 21 cuando se encontraba trabajando, fue detenido por una pareja de Falangistas y confinado en la llamada “Casa de Socorros” frente al hoy “Bar Amable”. Allí encontró a un compañero de la C.N.T. de Los Palacios y Villafranca, Joaquín Vaquero Meléndez, que había sido detenido cuando se encontraba trabajando en la Hacienda de la Florida en las faenas del “desvaretillado” de los olivos. El Ayuntamiento Fascista había decretado la suspensión de las Fiestas de Santiago y Santa Ana por el derramamiento de sangre en la calle de Fermín Salvochea y Los Cuatro Cantillos. Los asesinos de nuestro biografiado sedientos de sangre no esperaron mucho; el lunes 27, en horas de la mañana, sacaron a este y a su compañero, los montaron en el tristemente conocido “Cochecito Leren”, los llevaron a la portada del Cortijo de la Corchuela por el lado de las Veredas de Coria y Los Palacios y en la colada que hacían las dos veredas los asesinaron, los rociaron de gasolina y los quemaron. Los “manchoneros” cercanos, al ver que no venían por aquellos cadáveres y había pasado ya una semana, de forma piadosa abrieron una fosa y los sepultaron juntos en la citada colada de las veredas expresadas.

Sus asesinos que tenían pagada la manzanilla que consumían en el Bar de Juanillo Terrero, comentaron entre risotadas que los dos compañeros habían muerto cantando el himno de la C.N.T. “Hijos del Pueblo”. Sin darse cuenta, les rindieron un Homenaje. Así terminó su vida este joven que creía en un futuro de progreso para la Humanidad. José Gómez Camisón y Joaquín Vaquero Melendez, que la Madre Tierra os sea leve.

Publicar un comentario

0 Comentarios