Hoy, rememoramos un día trágico en la historia de Dos Hermanas: el 20 de julio de 1936. En el lugar conocido como "Los Cuatro Cantillos", actualmente el cruce entre la calle Canónigo y Santa María Magdalena, donde un humilde azulejo recuerda su antiguo nombre, cinco jóvenes nazarenos fueron brutalmente asesinados. Este acto fue perpetrado por un escuadrón de militares al mando del Capitán Ramos de Salas, así como por falangistas, al grito engañoso de "Viva La República" ametrallaron a los jóvenes que sin oposición ni posibilidad alguna, salieron a recibir a quienes consideraban amigos de la república. Constituyó la primera accion de represión en Dos Hermanas tras el golpe de estado militar que marcó el inicio de la Guerra Civil española. La localidad fue violentamente ocupada por este escuadrón a las 4 y media de la tarde de ese mismo día.
Las cinco víctimas de aquel día, asesinadas en Los Cuatro Cantillos, fueron:
• Antonio Feliciano Álvez (26 años), militante del Sindicato Nacional del Trabajo (CNT).(Acta de defunción)
• Joaquín García Monge (24 años), de las Juventudes Socialistas Unificadas.(Acta de defunción)
• José Jiménez Guillén ("Siete Haldas") (19 años), del Partido Comunista de la ciudad.(Acta de defunción)
• Juan Fernández García ("Juan Aleluya") (20 años), de las Juventudes Socialistas Unificadas.(Acta de defunción)
• Juan José Aguilar Rodríguez (mencionado como José Aguilar Rodríguez "Barrilete" en otra fuente)(36 años), también de la CNT.(Acta de defunción)
Estos hombres perdieron sus vidas en defensa de la legalidad y constitucionalidad republicana vigente.
Libro de enterramientos del Cementerio de Dos Hermanas donde se puede apreciar la fecha del 22 de julio de 1936 como el enterramiento de estas 5 personas asesinadas, así también podemos ver sus edades. Foto Carlos JG
Dos Hermanas había sido un hervidero de ideales tras la proclamación de la II República. El 20 de julio de 1936, en "Los Cuatro Cantillos" y la calle Santa María Magdalena, jóvenes militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas del sindicato Nacional del Trabajo, y del Partido Comunista estaban dispuestos a defender el sistema democrático existente, La II República, pagando con sus vidas su defensa de la libertad y la justicia.
En Dos Hermanas, la violencia no cesó tras aquel fatídico día. Durante meses, el miedo se instaló en cada rincón, a pesar de que los grupos de izquierda no habían causado bajas entre los sublevados, más allá de un incendio en la iglesia cuya autoría jamás fue esclarecida.
Se estima que al menos 133 nazarenos fueron víctimas de esta represión, una cifra que el historiador José Mª García Márquez eleva a 145 almas silenciadas. Sus cuerpos, lejos de sus hogares, fueron dispersados en cementerios de Sevilla, Alcalá de Guadaíra y, por supuesto, en la propia Dos Hermanas.
En un esfuerzo por sanar las heridas del pasado y garantizar que el horror no se repita, el grupo municipal Con Andalucía ha dado un paso fundamental: ha solicitado formalmente al Ayuntamiento que "Los Cuatro Cantillos" sea declarado Lugar de la Memoria. Esta iniciativa, respaldada por la Plataforma Memoria y Exhumaciones y la Asociación para la Memoria de Dos Hermanas, busca inscribir este espacio en el Registro de la Junta de Andalucía. Un "Lugar de la Memoria Democrática" es mucho más que una placa; es un reconocimiento institucional y social a escenarios de crímenes contra la humanidad y violaciones de derechos humanos, lugares que deben resignificarse para preservar la memoria colectiva y silenciar las voces negacionistas.
Cada año, el 18 de julio,José Sánchez Gutiérres nos convoca a la Marcha por los Mártires de la Libertad que se convierte en un clamor por la justicia y la memoria. Desde la Plaza del Arenal desde hace 70 años, nazarenos y nazarenas caminan en homenaje a las víctimas del fascismo, recordando con especial dolor a aquellas cinco primeras almas fusiladas en Los Cuatro Cantillos. La marcha culmina en la Fosa Común del Cementerio Municipal de San Pedro, un lugar que ha sido testigo de tanto sufrimiento.
Y la esperanza, por fin, ha comenzado a florecer. Recientemente, en mayo de 2024, se produjo un momento "histórico": tras casi 88 años de silencio, se localizaron los primeros restos en la fosa común del cementerio de Dos Hermanas. Para para las familias que han luchado incansablemente durante décadas, este hallazgo abre la puerta a la tan anhelada justicia y reparación. Es la oportunidad, al fin, de que muchos puedan dar una digna sepultura a sus seres queridos.
Recordar, nombrar y dignificar estos hechos no es solo un acto de justicia hacia quienes sufrieron, es garantizar que el horror del pasado nunca se olvide y jamás se repita.
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