Nace a las nueve de la mañana del día 4 de mayo de 1909, en el número 15 de la calle Alcoba. Hija de José Chacón MartÍn y de Ana Porrero Vaquero. Una de las grandes bellezas físicas que han nacido en
nuestro pueblo, belleza que sería su muerte. Su padre era hijo de Fernando el de Villanueva, que fue durante 50 años capataz de la Hacienda de Villanueva del Pítamo (1855-1905), que le compró al Gobierno la colada de la Vereda del Rayo, siendo Ministro de Agricultura el dueño de dicha Hacienda, D. Federico Sánchez Bedoya; Colada que una vez desmontada, Fernando Chacón Jiménez le puso el nombre de “Valero”, el último amor sentimental de su vida, Petra García Valero, natural de Alcalá de Júcar (Albacete( de quién tuvo dos hijos, Fernando y Miguel Chacón García; el primero veterinario titular del Matadero de Sevilla hasta 1960 y el segundo panadero manual en la “Panadería de la Campaña” hasta su jubilación en 1965. El padre de nuestra biografiada hereda varias fincas de olivar y su casa disfruta de holgada posición económica; así su infancia es feliz. Recibe excelente instrucción escolar y asiste a un taller de costura. Se hace una mujer de una belleza poco corriente, se pretende incluso que se presente a Miss Dos Hermanas, cosa que declina por modestia, ya que estimaba que su belleza no debía de ser objeto de concurso alguno.
La economía de su casa sufre un grave declive, por ello a los 15 años comienza a trabajar como obrera del aderezo de la aceituna de mesa en los grandes almacenes de Lissen Hermanos; más una vez, visitantes norteamericanos relacionados con las aceitunas en los Estados Unidos, por indicación de los dueños, visitan las naves del clasificado y le tiran fotografías. Su belleza le hace no poder casi ni salir de su casa por los continuos requiebros de los admiradores; pues a la misma une sus dotes humanas. Canta y baila Sevillanas con garbo y soltura, y luce los trajes con “percha” propia. Pero la envidia de otras mujeres de su misma edad comienza a socavar su honesta personalidad. Lleva cinco años como “escogedora” y pasa al deshuesado, sección famosa por los trabajos al destajo con cantidades envidiables por aquellos tiempos: 7 pesetas, de las de plata, y a veces 10. Para recibir la Romería del Rocío, se ha comprado una peineta y una mantilla, que vuelve loco a más de un hombre; entonces tiene 22 años.
Un día que viene a su casa del trabajo, un poco indispuesta, una compañera dice que se ha ido “por otros motivos muy distintos”; estas palabras toman cuerpo, y el refrán “cuando el río suena, agua o piedras lleva”, hace el resto. Ella, enterada de la infamia, responde encerrándose en su habitación y no tomando alimento alguno. Sus familiares no consiguen que ingiera ni agua. Así muere el 24 de septiembre de 1932; el Dr. Manuel Calvo Leal, certifica: “A consecuencia de septicemia aguda”. Así a los 23 años de edad, rodeada de flores en ataúd blanco, fue sepultada el domingo 25 con multitudinario duelo, principalmente femenino, hasta el mismo cementerio.
Autor artículo y foto del archivo de: José Sánchez Gutiérrez, publicado en la Revista de Feria Cultural de Dos Hermanas.
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