José Aguilera Delgado, pocos meses antes de su fallecimiento
Nace el día 28 de Julio del 1931 en el número 4 de la calle Portaceli, en el sevillano Barrio de San Bernardo; hijo de un humilde obrero agrícola emigrado de la Ilustre Ciudad de Osuna a Sevilla en busca de trabajo más lucrativo, que encuentra en los Ferrocarriles
Andaluces. Nuestro biografiado da sus primeros pasos en el “Corral del Jazmín” lugar donde había nacido; pero su padre encuentra un trabajo en Osuna más estable y mejor remunerado en la Compañía Exportadora de Aceites y con un año de edad deja Sevilla. Como todos los niños de su edad recibe superficial instrucción en la Escuela Pública y comienza a trabajar con 12 años de edad en el Taller de Carpintería y Herrería de Emilio, enderezando puntillas de los cajones de tabaco, algún que otro recado y accionar el fuelle de la fragua, por la cantidad diaria de 2 pesetas, propinas aparte cuando lleva algún mueble a los clientes. Así hasta el 1955 que emigra a Sevilla para trabajar en el Horno de ladrillos refractarios de D. Manuel Sánchez de la Peña, que tiene en la Calle Resolana, junto a la “Torre de los Perdigones”, aquí hace de mecánico y de chófer; a los dos años comienza a trabajar como taxista por cuenta ajena con varios patrones el Impresor Chacón, Críspulo y Pepe el Ditero, hasta el 1965 que decide comprarse su propio vehículo y se hace obrero autónomo del taxi. Casa el 25 de Enero de 1959 en la ciudad de las Torres (Écija) con Montaña Martín Úbeda, de cuyo matrimonio tiene 5 hijos. El 1970 en un viaje que hace a Dos Hermanas debido a su profesión, se enamora de nuestro pueblo y sus gentes y se compra una vivienda en la Bda. de la Ganchoza, concretamente en la calle Monte Blanco, nº 4. Cuando causa la baja laboral en Enero de 1991 después de 45 años de vida laboral: 10 como carpintero, 2 como obrero ceramista y 34 como taxista, aún no había cumplido los 60 años de edad; su enfermedad le mina día a día y rodeado de sus seres queridos fallece a las 11 de la mañana del día 16 de Enero de 1992. Sus dotes humanas se reflejan en el multitudinario gentío que le acompañó hasta el cementerio de nuestra ciudad.
Autor y Foto: José Sánchez Gutiérrez, publicado en la Revista de Feria Cultural de Dos Hermanas.
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