María Gutiérrez Rivas y Manuel Sánchez Chacón, el día de su matrimonio, el 3 de Febrero de 1929
Nace el día 18 de Febrero de 1905 en la entonces calle Amor de Dios, nº 35 (hoy Botica) hijo de José Sánchez Navarro y de Carmen Chacón Martín; era biznieto del Guerrillero del 1808 Tío Navarro, aquel que derrotó a los Husares del Mariscal Soult en los patios de las Haciendas Seixa y Clarevot. Huérfano de madre a los 5 meses de su nacimiento, era el más pequeño de 7 hermanos. Su padre un rico labrador con las fincas en El Baldío y la Vegueta, consumía todo el tiempo en estas fincas y otras que había heredado de su padre en El Bombero, Los Cantosales, Moneda Baja y las Botijas; por tal motivo le pone a los tres más pequeños una Institutriz que los educa e instruye. Pero nuestro biografiado ama el campo y todo lo relacionado con la agricultura, en suma era un enamorado de la Madre Naturaleza y la vida al aire libre y los grandes espacios de La Vegueta le tenían subyugado. Así con estas inclinaciones su padre lo pone desde muy joven a trabajar en las labores agrícolas, que a los pocos años domina con soltura. Tiene 14 años de edad, cuando fallece su padre aún joven, con 55 años. Aunque el imperio agrícola sigue y todos los hermanos trabajan en el mismo; todo ya no es igual que antes con la sabia administración de su padre. Así pasan unos años que viene poco por el pueblo y toda su vida la dedica al trabajo. Casa el 3 de Febrero de 1929 con una joven de la “Familia de los Colas” que así les decían por haberse casado una hermana de su abuelo paterno con un vestido de cola. María Gutiérrez Rivas, de cuya unión hay 6 hijos, Carmen, José, Dolores, María Josefa, Manuel y Diego del Valle; Dolores muere con 7 años el 6 de Julio del 1939. Comienza una época de decadencia para los pelantrines y Manuel Sánchez Chacón también sufre la misma; su pequeño imperio se desmorona pese a los esfuerzos que hace junto a su hijo José que le ayuda desde los 11 años de edad. Enamorado del olivo y sus faenas aún le queda un olivar en el Pago de los Cantosales que convierte en un jardín al dedicarle mucho tiempo; prácticamente es un cirujano del olivo y tiene tal maestría en las labores del injertado que nunca una espiga la puso mal, cuando les hacía el corte de chaflán las mojaba con su saliva decía que ahí estaba el misterio. A los 68 años de edad muere en su casa de la calle Santa Elvira (en cuyo corral aún se conserva un olivo) el día 27 de Febrero de 1973. Aunque su formación era deficiente, ya que parte de su infancia y podernos la dedicó al campo y sus labores, podemos decir que sus ideas sobre el bien y el mal las tenía bien claras, y así lo manifestó siempre.
Foto y Autor del artículo: José Sánchez Gutiérrez, publicado en la Revista de Feria Cultural de Dos Hermanas.
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